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incrementó, durante los meses de junio y julio
de 2014, hasta en 50%, según datos de la
Cámara de Comercio de Costa Rica, situación
que tuvo como detonante el Mundial de
Fútbol en Brasil (Cordero, 2014, parr.4).
¿Serán estos fenómenos un reflejo de un
cierto tipo de esquema mental, que propone al
consumismo como característica sine qua non
del ciudadano moderno?
El consumismo aliena al individuo,
además de que “el consumo ha desplazado al
trabajo como principal actividad generadora
de la sociedad” (Lara y Colín, 2007, p.212).
Sobre la alineación que produce, se dice que
la marca de un producto termina etiquetando
al consumidor como miembro del grupo de
consumidores de la marca y, como tal, el
consumo es “un poderoso elemento de
control social” (Baudrillard, 2009, p.89). La
publicidad tiene una gran cuota de
responsabilidad, ya que sus fines proponen
una realidad que plantea la adquisición de
bienes como objetivo: “Lo que se pretende es
atraer a los consumidores para adquirir cada
vez más bienes de consumo, hasta llegar a un
consumismo exagerado, que cada día nos
hace más esclavos de las modas y de las
marcas” (Martín y Alvarado, 2007, p. 12).
Steve Jobs, fundador de la casa fabricante de
dispositivos electrónicos Apple expresó: “El
cliente no sabe lo que quiere, hasta que se lo
muestras.”
Tal parece que las personas no ostentan
un pensamiento reflexivo sobre sus
necesidades de primer orden y la adquisición
de bienes, sino que están a merced de la
voluntad de los mercados y sectores
socioproductivos, los cuales les dirán, de una
u otra forma, cómo invertir o derrochar su
dinero. Anteriormente, se educaba para un
trabajo, pero ahora parece que se hace para
consumir bienes, que no constituyen
necesidades de primer orden en muchas
ocasiones. Destaca la Teoría de las
Necesidades de Maslow, las cuales denotan
una trascendencia, primeramente, en aquellas
referidas a las fisiológicas (alimento, abrigo,
sexualidad, entre otros); seguridad, en
referencia al temor por alguna amenaza;
pertenencia a un grupo, atendiendo a la
necesidad de sentirme acompañado como ser
social que el ser humano es y estima,
sensación de sentirse amado. Estas, van a
nivel inferior y de conocimiento, capacidad
de entender el mundo; estéticas, referidas a la
simetría, el orden, la autoimagen que se
proyecta al resto de personas y
autorrelización, inversión en actividades o
bienes que doten de la necesidad a nivel
superior (Vásquez y Valbuena de la Fuente,