81
pensar y a discutir acerca de las condiciones
de vida y de supervivencia de una sociedad,
con la honestidad para poner en duda
modelos de desarrollo, producción y
consumo”, teniendo en cuenta una ecología
integral. (“Laudato Si”, 2015, N. 138). Esto
requiere un diálogo nuevo con la sociedad y,
en especial, rever los modelos de producción
agropecuaria que no son sostenibles y están
causando daños al medio ambiente.
Boada y Toledo se refieren a la
situación actual de producción de alimentos
como una grave preocupación, ya que estos
“se generan afectando cada vez más los
sistemas naturales y utilizando cantidades
cada vez mayores de insumos externos y
distantes. La capacidad fisiológica de las
plantas para convertir los fertilizantes
químicos en mayores rendimientos está
llegando a sus límites.” (Boada, M., Toledo,
V., 2003, p. 192). Esto puede ser uno de los
indicadores de que la alternativa
agroquímica, para incrementar volúmenes de
producción, no es la más adecuada.
En 1992, en Río de Janeiro, se firmó el
tratado de las ONG sobre agricultura
sustentable,
en el que se parte de las
consecuencias del modelo económico y social
planetario, el cual promueve sistemas de
producción agrícola industrial con efectos
negativos de impacto social y ambiental.
El modelo agrícola no ha contribuido a
solventar el problema del hambre en el
mundo y va en detrimento de los ecosistemas
y paisajes, y una reducción de los recursos
naturales. “El actual sistema de agricultura
industrial basado en el uso intensivo de
productos químicos de la llamada Revolución
Verde degrada la fertilidad de los suelos,
intensifica los efectos de las sequías,
contribuye a la desertificación, contamina los
recursos hídricos, promueve la salinización,
incrementa la dependencia de fuentes de
energía no renovable, destruye los recursos
genéticos de flora y fauna, contamina las
reservas de alimentos y contribuye a los
cambios climáticos...”. (Mejía, M., 1995, p.
149).
El tratado desarrolla una serie de
principios muy actuales, en mira de una
agricultura sustentable, desde un enfoque
alternativo, y afirma: “la agricultura
sustentable es un modelo de organización
social y económica basado en una visión
participatoria y equitativa de desarrollo que
reconoce al ambiente y los recursos naturales
como fundamentos de la actividad
económica. La agricultura es sustentable